Son varias las veces las que he ido al Museo de Bellas Artes de Valencia, pero en ninguna de ellas he prestado demasiada atención, solamente caminaba por las salas y ojeaba algunos cuadros. Es ahora cuando empiezo a fijarme en algo más. Aparte de en las cualidades técnicas en sí de la obra, puedo apreciar también como es dispuesta ésta en la sala, y las condiciones que la rodea.
El otro día volví a visitar el museo, pero esta vez me centré en la exposición permanente de retablos góticos y renacentistas. El BB.AA. de Valencia posee una de las mejores colecciones de este tipo, ya que las piezas expuestas son abundantes y de gran calidad.
Se trata de una sala alargada, diáfana y de gran altura, para que los retablos no se muestren demasiado ahogados. La luz que la ilumina es cenital e indirecta, proveniente de una especie de lucernarios artificiales que recorren todo el techo, lo que la convierte en un espacio agradable para la visita. El color de las paredes perimetrales es de un verde apagado, siendo de marrón claro las auxiliares, utilizadas para tener más superficie expositiva y para creación de pequeñas zonas para facilitar el recorrido. Estos dos colores combinan bien entre ellos, y hace la muestra más amable y relajada, además de hacer buen contraste con los colores cálidos y dorados de los retablos. A la derecha hay una sala de igual longitud, pero más baja y estrecha. En ésta hay otras muchas tablas pintadas al óleo.
Mientras visitaba la sala, me di cuenta que quizás hay demasiadas obras expuestas, y que esto hace que el visitante no sepa bien en que obra detenerse. Me parece ideal como fondo expositivo para estudiantes de la materia, pero no mucho como muestra para gente inexperta.
Como anécdota, me llamaron la atención dos obras muy parecidas. Se tratan de El Salvador Eucarístico, de Joan de Joanes. Este importante pintor renacentista elaboró muchos cuadros similares, siendo estos dos prácticamente iguales. Una de las diferencias es el formato, uno recto y otro con la parte superior curvo, y el aspecto de Cristo, en uno aparece más robusto y con el pelo un poco más enmarañado, el otro parece más delicado.
The Art Scrapbook 
Lo cierto es que tiene un discurso expositivo muy determinado que no acerca demasiado las obras al público menos entendido. Con todo, es una colección fantástica que no conoce mucha gente. Una lástima. Gracias por dedicarle una entrada a ese museo por el que siento gran predilección.